Adam Ondra es, sin duda, el mejor escalador del mundo. Destaca por tener más novenos que nadie, y haber encabezado el podio en media docena de competiciones internacionales. Ondra representa el potencial de una nueva generación nacida de padres escaladores criado en rocódromo. Su carrera es un estudio de caso sobre que sucede cuando el enorme talento y el deseo encuentran el propósito de su vida a una edad temprana.

Más de 100 ascesiones de 9a o grado superior, incluyendo algunos de los 9b y 9b+ más duros del mundo. Problemas de boulder de 8c+. Tres medallas de oro en la Copa del Mundo. Dos Campeonatos Mundiales. Cualquiera de los logros de Adam Ondra sería una meta de por vida para el 99% de los escaladores, pero para él, esto acaba de comenzar. “Quiero mejorar”, dice. “Quiero la satisfacción de saber que estoy escalando mejor que el año pasado.” Ondra sostiene el futuro de la escalada en sus manos, pero ese éxito no le ha subido a la cabeza. Aquellos que lo conocen lo describen como “una persona realista con los pies en la tierra” Si te lo has encontrado escalando y no sabías quién era, él parecería como cualquier otro entusiasta escalador joven.

Adam Ondra en una competición de escalada en 2006

Adam Ondra probando los increíbles movimientos de un posible 9c

Adam Ondra creció en la República Checa, nacido en una familia cuyo mundo giraba alrededor de la escalada. Sus padres, sus amigos, y los niños que él conocía eran todos escaladores. No fue hasta la edad de 5 años cuando aprendió que había gente que no era escaladora. Ondra ganó su primera competición a la edad de 6 años y escalaba todos los días hasta que cumplió los siete. En vez de hacer viajes diarios al rocódromo, sus padres se comprometieron construyendo una diminuta pared en su dormitorio para poder escalar en los “días de descanso”, gracias a este, seguramente es por lo que podemos mostraros el video a continuación.

Considerado por muchos el mejor escalador de la historia, Adam Ondra nos muestra en este video, la certeza de la afirmación aquí dicha.

Fuente: Climbing Magazine

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