ESCALAR ¿QUÉ SIGNIFICA PARA TI?
ESCALAR ¿QUÉ SIGNIFICA PARA TI?
El Comienzo
Es difícil en ocasiones explicar un sentimiento, una emoción o una forma de actuar en relación hacia algo o alguien y, es aquí, donde podría comenzar a describir lo que escalar representa para mí, antes de que pueda olvidar como comenzó esta historia.
¿Cómo definir una sensación que cambia cada segundo?
La escalada, como deporte, comienza en mi vida como podría haber comenzado cualquier otro. De hecho, ya antes otros muchos me habían conquistado por su belleza, dificultad o capacidad de adquirir habilidades de manera progresiva en el dominio de destrezas, movimientos, estrategias, técnicas cooperativas, etc. Que en definitiva, no hacían más que completar una parte esencial de mi persona, que es el entender la vida a través del deporte.
¿Cuál es tu Camino?
El deporte, como un medio libertador con el comprender una sociedad, que en ocasiones, se torna hostil y reacia a mostrarnos como debemos buscar la felicidad en torno a experiencias propias, forjadas en circunstancias que nosotros mismos debemos crear por medio de acciones, que pueden ser de menor o mayor trascendencia, según el valor que dichas acciones dejen a modo de impronta en nuestro yo como persona. Es decir, somos producto de un pasado que en parte concreta nuestro devenir. Debemos de pensar que nuestras decisiones no definen el presente, sino más bien, como estas trascenderán en nuestro futuro.
¿Cómo nos puede gustar esto? ¡Lo elegimos y solo nosotros lo sabemos!
La Escalada
Y es en este marco, en el que puedo hablar sobre la amistad, sobre la complicidad de compartir y disfrutar de un entorno natural, rodeado de la paz y tranquilidad que transmite el entender cada segundo como un elemento efímero del tiempo.
Afortunados de Vivir estas Experiencias
La escalada, es para mí una parte de mi personalidad, que a día de hoy, utilizo para evadirme de una sociedad consumista empeñada en enriquecer intereses ajenos a los suyos propios, malgastando un tiempo, en el que parece no comprenderse como este, fugaz y volátil, es un bien no valorado, que debemos de comenzar a apreciar para evitar que este se consuma sin siquiera haber calentado nuestros corazones.
Que la felicidad no resida en la capacidad de poseer y ser poseído por lo inmaterial, sino más bien en entender que nacemos siendo libres y morimos siendo esclavos de nuestras propias decisiones. Cuando escalo, me doy cuenta como cada movimiento de mi cuerpo es un reflejo de mi vida, de la capacidad para prever un destino incierto hacia un fin que no siempre está claro. De mis miedos y temores más recónditos, lo cuales solo se muestran cuando el subconsciente de mi mente lo decide. De un estado anímico, que delimitará barreras ficticias más allá de las que el físico establece.
