HISTORIA DE UN ROCÓDROMO | Construyendo un sueño en Granada

HISTORIA DE UN ROCÓDROMO | Construyendo un sueño en Granada

Ene 18, 2017 | OPINIÓN

Mi Historia


No se puede decir que me iniciase ni muy pronto ni muy tarde en la Escalada. En mi tercer año de universidad, con 21 años, empecé a subir mis primeras paredes.

Esto me hizo descubrir junto a mis amigos de la facultad una asociación de montaña con sede en la universidad, la cual contaba con un amplio repertorio de material deportivo orientado hacia las prácticas en montaña, que además, llevaba varios años sin que nadie la visitase.

Fue entonces cuando la comencé a gestionar y, aunque eso ya son días pasados, fueron estos los que despertaron en mí esa pasión por la montaña,  la naturaleza, por los entornos salvajes aún por descubrir y, todo ello, acompañado de grandes dosis de escalada. Un deporte que respeto, admiro y cuya afición por el no ha ido más que en continuo aumento, y espero que que así siga siendo hasta que mi físico lo permita.

Nunca pensé en la escalada como una forma de vida 

Como es de suponer, cuando me preguntaban de pequeño que quería ser de mayor, nunca dije que quería trabajar en un rocódromo, y menos montarlo y dirigirlo. Incluso si me lo hubieran preguntado un tiempo antes de llegar a Granada, montar esta instalación, seguro que no estaba entre mis respuestas. Pero esto es lo bonito de la vida, que nada se puede saber del futuro con total seguridad.

La Idea


En el 2010 llegué a Granada y no tardé mucho en darme cuenta de que hacía falta un rocódromo más grande. Por esos años el “Mutan Boulder” era el lugar para escalar que yo encontré en la ciudad, ya que a pesar de existir ” La Sala”, era uno de esos sitios en el que solo podías escalar si conocías a alguien ya dentro. Al poco tiempo el Mutan cerró y abrió el rocódromo “Ocho”, algo más alejado del centro urbano; aún quedaba “La caldera”, algo más céntrico pero también una opción esporádica.

No se puede decir que fuésemos originales con nuestra idea, pero si vimos un deporte en plena expansión e intentamos montar algo que superase todo lo anterior.

Pablito, mi socio, fue uno de los primeros escaladores que conocí en Granada. Desde el principio hubo buena conexión entre ambos, o por lo menos eso me pareció a mi. No se puede decir que saliésemos muchas veces a la roca juntos, ya que siempre andaba liado con sus olivos o haciendo algún chapú de los suyos. Pero si es cierta una cosa, en esas salidas hablamos varias veces de montar un rocódromo. Me decía:  

 

– Charly, ¡que yo se soldar!, ¡que nos ahorramos la mano de obra!

Y así, hasta que dimos el paso y nos pusimos manos a la obra. Primero hubo que buscar una nave industrial, con la suficiente superficie y altura para montar un rocódromo que fuese más grande que lo ya visto en Granada con anterioridad. Una vez encontrada, se hizo  un boceto en 3D con el diseñador que consiguiera aprovechar el espacio de la forma mas eficiente posible.

El Resultado


Fueron 6 meses de duro trabajo, con jornadas de 10 horas semana tras semana.

La idea era abrirlo en invierno, época fuerte de los rocódromos. Calculamos unos 2 meses de trabajo, pero la obra era mucho mayor de lo que pensábamos y a pesar de contar con la ayuda de nuestros amigos, familiares y sobre todo parejas, acabamos abriendo en junio y con muchas cosas aún por rematar.

Empezar en verano con un negocio que funciona muy mal en esa época no era la mejor manera de comenzar, pero así fue como salió. El 7 de junio de 2014 inauguramos el rocódromo Rock and Bloc, y para nuestro asombro, juntó a más de cien personas. Desde entonces solo podemos agradecer a todos aquellos que disfrutáis de nuestras instalaciones y nos ayudáis a seguir mejorando nuestro pequeño gran proyecto. ¡A ver hasta donde llegamos!

Carlos García Merino

Dueño y cofundador del rocódromo RockAndBloc Granada

Escalador entusiasta y emprendedor por vocación. Los retos no lo asustan y es posible, gracias a gente como el y su compañero Pablo, por la que podemos disfrutar de este deporte en días lluviosos o excesivamente calurosos. Podemos entrenar y tomar algo entre amigos. En definitiva, un lugar en el que compartir momentos e inventar nuevos proyectos.

Una frase dicha por el:  Deja que la vida fluya y disfruta de ella a tope… ¡Que vuela!”


Opinión

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